Las pulseras de porcelana fría son muy parecidas a las pulseras de fimo, solo que todavía más fáciles, ya que no hay que meterlas en el horno, simplemente dejar secar al aire y ya se endurecen.

Pero es que además la pulsera de porcelana fría que te muestro hoy no puede ser más sencilla, ya que simplemente lleva dos pequeñas bolitas incrustadas, tal y como ves en la foto de portada. Y a pesar de su simplicidad, resulta súper femenina y coqueta.

¿Quieres aprender a hacer pulseras de porcelana fría como estas?

Puedes ver todas las fotos de este tutorial en el blog Mon ampersand, aunque es tan tan fácil que apenas son necesarias.

Para empezar, reúne los materiales: un alambre (con grosor de mínimo 2 mm), porcelana fría y pinturas acrílicas.

Coge dos trocitos de porcelana fría y crea dos bolitas, haciendo círculos con una palma de la mano contra la otra.

Mide la longitud de tu muñeca y corta tu alambre como un centímetro menos. Con cuidado, clava cada bolita de porcelana fría en uno de los extremos del alambre, asegurándote de que el alambre no atraviesa por completo las bolitas.

Deja pasar 24 horas, y cuando las bolas ya estén secas, píntalas con pintura acrílica y pincel. Después, puedes pasar un barniz para proteger la pintura.

El concepto de este tipo de pulseras de porcelana fría es súper fácil, apto para las más torpes. Además, puedes probar con diferentes tamaños y colores, para personalizar las pulseras al máximo. ¡En colores flúor quedan alegres y muy divertidas! De la misma manera, en vez de bolitas puedes hacer cuadraditos, o incluso motivos más elaborados…¡cualquier cosa que se te ocurra vale!

Además, hacer un anillo a juego es igual de rápido, solo has de seguir exactamente el mismo procedimiento. ¡Y a lucir tus nuevas joyas, sencillas y elegantes!